¿Qué hace que una mujer quiera seguir en una relación hasta el punto de decidir envejecer con esa persona? Ya sabemos que el amor no es suficiente para mantener una relación. Porque necesitamos empezar desde el principio: ¿qué entendemos por amor? Si el amor es un sentimiento, decisión o una simple sensación. Perdóname el amor, pero hoy vine aquí a hablar de: ¿dónde están mi deseo?
Hoy escribo este texto junto con treinta mujeres. Esta semana tuve la oportunidad de escuchar historias de hermosas mujeres, todas mayores de 40 años, divorciadas e insatisfechas con el hombre X relacionamiento. Durante la conversación pude detectar que todos tenían una cosa en común: ya no sentían admiración por su pareja. Puede haber amor sin fidelidad, amor sin respeto, sin complicidad, sin armonía. Pero amar sin admiración...
Sin admiración, la relación deja de tener sentido
En una perspectiva que considera las relaciones monógamas y heterosexuales, la mujer deja de sentir deseo por su pareja y sufre creyendo que tiene algún problema fisiológico, quizás relacionado con la menopausia, las hormonas o el cansancio, a medida que avancen las sesiones de análisis se irá ocupando de los problemas de relación, que la atraviesan e impiden que el deseo se manifieste, aunque esté ahí. Las mujeres mayores de 40 años, en relaciones largas y estables, ya no son aquellas jóvenes llenas de ilusiones al inicio de su matrimonio. Ella cambió, maduró, vivió, pasó dificultades, crio hijos.
Cuando esta relación de intercambio se convierte en una relación de dependencia donde uno únicamente entrega y el otro solo recibe, se vuelve disfuncional. La pareja se volvió cómoda, se volvió dependiente, dejó de ser marido y asumió el papel de hijo. El deseo está ahí, contenido, pero la admiración se ha ido y la pareja ya no es objeto de deseo. Sin admiración la relación deja de tener sentido. El deseo está ahí, contenido, pero la admiración se ha ido y la pareja ya no es objeto de deseo.
Sin admiración, la relación deja de tener sentido.
El declive de la relación comienza con pequeños gestos.
Para mantener vivo el amor y el sexo en la dinámica de la relación es necesario para la admiración. El deseo de admirar a tu pareja en toda su esencia. Admira su cuerpo, su mente, la forma de ver, entender la vida, como se mueve en la cama, la forma de mirar, de sonreír. Admira el cuerpo desnudo mientras sale humedecido por el agua. Y el perfume, la dulzura, el cuidado que tanto apoyo. No tengo ninguna duda de que el culpable de la separación es la falta de cuidado.
Volvemos al inicio de la relación: recuerda que en esta etapa se busca, a cualquier precio, impresionar positivamente al otro, resaltando sus virtudes y ocultando sus defectos. Visten sus mejores ropas, van siempre perfumados, hablan dulce y suavemente, usan apodos cariñosos y todo ello para ganar la guerra de conquista. Parece que a las parejas no les preocupa mantener la admiración mutua. ¿Puedes amar, tener el deseo de tener sexo con alguien a quien no admiras? La admiración actúa como verdadero oxígeno en las relaciones felices. Crear un vínculo amoroso duradero y feliz con una persona, sin admirarla, se vuelve poco práctico.
La admiración es ese sentimiento que te fascina por alguien, algo que te hace sentir increíblemente orgulloso de estar con determinada persona. ¿Sabes cuando miras a una persona y te sientes afortunado de estar con ella? Muchas veces no somos capaces de identificar claramente eso que tanto admiramos de alguien, no sabemos con certeza si es el equilibrio con el que afronta la adversidad, si es el optimismo que lleva en el alma, si es su Sentido del humor contagioso, o si son todos estos atributos sumados.
Por Claudia Carvalho
Cuando la mujer dejar de desear su pareja es porque ja no hay admiración por él.