Tres cuerpos en un momento: El placer en un trío, que nunca se desplaza.
En suaves sábanas de deseo, tres cuerpos se entrelazan, se encuentran en la oportunidad donde cada caricia, cada beso es una promesa.
Peomesa que arde en los suspiros de un querer. En la danza de las pieles, tres cuerpos en compás acompasado en dulce e intenso pecado.
Un pecado que revela ojos cerrados, manos para explorar, piernas abiertas en el universo donde todo cabe, fluye y los límites se disuelven.
Tres cuerpos en un instante.
Por Claudia Carvalho
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