La estabilidad, la seguridad y la libertad son los ingredientes necesarios para que exista el deseo sexual en una relación duradera.
De lo contrario, los miembros de la pareja “no podrán tener placer, no tendrán un orgasmo, no se excitarán”.Perel revela en el libro que, por regla general, las parejas no sienten falta de actividad sexual: “la gente quiere mejor sexo”.
Las parejas que logran mantener encendida la llama “entienden que los juegos previos comienzan al final del orgasmo anterior; Entienden que hay un espacio erótico que es de cada uno de ellos.
El bajo deseo sexual se puede combatir
El deseo es mucho más complejo de lo que parece, no se expresa simplemente mediante una escala bipolar: ocho u ochenta.
Es necesario que ambos miembros de la pareja inviertan en su relación sexual –que no es algo fijo, que dura unas horas y termina ahí–, tratando de entender qué despierta el deseo de cada uno, qué excita a cada uno y cómo se puede expresar ese mismo deseo. Implica ir más allá de las caricias y la estimulación sexual.
8 consejos para evitar la pérdida del deseo sexual:
1. Seguir siendo atractivo;
2. Hablar de temas estimulantes y divertidos, sin restringir la comunicación a asuntos familiares, problemas, hijos y rutinas;
3. Diviértanse juntos;
4. Permitir que haya espacios en la relación;
5. Reconocer las capacidades de cada uno, mostrando admiración por aquello en lo que son buenos;
6. Afrontar la vida con cierta ligereza y sentido del humor;
7. Evolucionar intelectualmente y celebrar juntos los éxitos;
8. Haz algo emocionante que sólo los dos miembros de la pareja sean conscientes.
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