No existe una medicación específica para eyaculación precoz.

La ciencia reconoce que la eyaculación precoz (EP) es un trastorno sexual común que afecta a muchos hombres, pero no tiene una única causa ni una solución universal. Hay varios enfoques respaldados por la investigación para tratarla, aunque no todos están relacionados con medicación. Aquí algunos puntos clave:

1. Causas multifactoriales: La EP puede ser influenciada por factores psicológicos (como ansiedad, estrés o problemas de pareja) y físicos (como disfunciones hormonales o problemas neurológicos). La combinación de estos factores contribuye a la falta de control.

2. Tratamientos psicológicos: Terapias como la cognitivo-conductual o la terapia sexual ayudan a abordar la ansiedad y otros aspectos emocionales relacionados con la EP. Estas terapias están enfocadas en técnicas como el control de la respiración, la sensibilización y el trabajo con la pareja.

3. Ejercicios de control: Técnicas como el método de "parar y empezar" o el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico (mediante ejercicios de Kegel) pueden ser útiles para muchos hombres. Estos métodos buscan aumentar la conciencia corporal y mejorar el control de la eyaculación.

4. Medicamentos: Aunque los antidepresivos, particularmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), se usan de manera off-label para tratar la EP, estos no son una cura. Se cree que la serotonina influye en la regulación de la eyaculación, por lo que ciertos ISRS pueden ayudar a retrasarla. Sin embargo, estos medicamentos fueron diseñados para la depresión y no para tratar específicamente la EP.

5. Otros tratamientos médicos: Algunos hombres recurren a cremas anestésicas o sprays que desensibilizan el pene para ayudar a prolongar la erección. También hay opciones quirúrgicas en casos más severos, pero estas son menos comunes.

En general, la ciencia sugiere que una combinación de terapia psicológica, ejercicios físicos y, en algunos casos, medicación, puede ser efectiva para tratar la eyaculación precoz. Sin embargo, la experiencia de cada persona es única, y un enfoque personalizado suele ser el más recomendable.