
¿Qué han hecho con el erotismo?
- Claudia Carvalho
- 25 may
- 2 Min. de lectura
¿Dónde quedó la mano que pasea lenta por el brazo, la mirada que contiene el deseo sin sofocarlo, la palabra que halaga sin pedir nada a cambio? ¿Qué han hecho con el arte de esperar el beso, de imaginar el sexo antes de tocarlo? El erotismo no se encuentra en el cuerpo desnudo, sino en la vibración que recorre la piel vestida. En lo no dicho. En el juego.
Pedro y Alicia. Una pareja que despierta en mí una mezcla de invasión y admiración.
Es lunes, el segundo día favorito de Alicia. Amanece con una vibración especial. Se arregla como quien honra su cuerpo y su ánimo. Sale a la calle y es imposible no mirarla. Pedro la ve, la observa, la desea. Se le acerca, y con su barba rozando su cuello, le susurra al oído: mi bella amada. Alicia sonríe. Siente palpitar sus labios.
Martes. Van a comer juntos. Alicia llega primero al restaurante. Mientras espera, entra un hombre que le roba la atención. Lo mira. Y al volver a mirar, descubre que ese hombre es Pedro. Su Pedro. El pensamiento la atraviesa sin permiso: este hombre tan guapo es mío.
Miércoles. Alicia entra al despacho con un café con leche. Aprovecha el momento para besarlo, lento, húmedo, apenas rozando los labios. Pedro suspira, y la semana sigue.
Jueves, su día favorito. La cita está marcada: vino, charla, risas. No como amantes urgentes, sino como amigos que se eligen, que se gustan, que se reconocen.
Viernes. Alicia baja a desayunar con un vestido negro midi y tacones. Pedro la mira como si fuera la primera vez, o como si aún no pudiera creer que es ella la mujer con la que ha compartido diez años. La desea con los mismos ojos, o quizá más.
Sábado. Deciden desayunar en la terraza. No hay prisa, ni artificio. Solo el sol, el café, y dos cuerpos que han aprendido a acariciarse con el tiempo.
Por: Claudia Carvalho
Pide tu Cita previa 623 365342
Comments