Sentir es un acto de valentía.

El camino menos transitado durante el sexo es el placer. El placer es un sentimiento, y sentir es lo que menos nos permitimos en el sexo hoy en día.

No me refiero a la respiración, las energías o las técnicas para alcanzar el orgasmo. Me refiero a sentir profundamente, a estar presente, a permitir que los demás vean tu desnudez emocional. Me refiero a la esencia del placer.

Sin sentimiento, el placer es una promesa vacía. El sentimiento de deseo que podemos tener en el sexo es el que lleva el tacto, el suspiro, la caricia, la mirada a un discurso donde palpita el placer.

Sentir es un acto de valentía. Sentir es dejar que tu piel se desborde en ondas. Sentir es dejar caer las defensas. Es permitirte ser único. Se trata de lo que sucede desde adentro hacia afuera.

Es una entrega mutua.