En mi web hay un test anónimo sobre la falta de control eyaculatorio. Diariamente recibo respuestas, y la mayoría de los participantes reporta un bajo nivel de satisfacción, poca percepción de control, frustración y una eyaculación rápida.
Ahora, fíjate en estos datos alarmantes:
El 85% de los hombres que padecen eyaculación precoz no busca ayuda profesional (terapia sexológica).
Los hombres que finalmente buscan ayuda tardan, en promedio, 8 años en acudir a consulta desde que comienzan a experimentar los síntomas.
La eyaculación precoz no tiene cura porque no es una enfermedad. Ningún hombre nace eyaculando rápido; es una condición aprendida que, por lo tanto, puede reaprenderse. No existen soluciones milagrosas ni tratamientos farmacológicos definitivos. El tratamiento adecuado es la terapia sexológica, basada en el entrenamiento del control eyaculatorio y en el manejo de la ansiedad.
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