
LucÃa acude a mi consulta porque su nuevo novio le ha dicho que ella no siente placer con él porque no gime alto. Según él, todas sus exnovias tenÃan la costumbre de gemir fuerte, y eso, para él, era sinónimo de que disfrutaban mucho del sexo.
Lucas, de 35 años, acude a mi consulta por el mismo motivo: "Llevo tiempo con mi pareja y creo que a ella no le gusta el sexo conmigo porque no gime alto ni con la misma intensidad."
Nuestra comprensión del cuerpo femenino y de su respuesta al orgasmo está completamente distorsionada. Si buscamos "orgasmo femenino" en Google, encontraremos ilustraciones y representaciones centradas en caras y bocas inspiradas en el cine porno.
La pornografÃa nos ha enseñado cómo "deberÃamos" gemir: el volumen ideal, los gestos, las expresiones faciales. Pero gemir alto no garantiza placer, ni significa necesariamente que una mujer esté teniendo un orgasmo. De hecho, si alguien grita de forma exagerada durante la penetración, es probable que solo esté reproduciendo lo que ha aprendido en las pelÃculas para adultos.
El orgasmo no es solo un reflejo fÃsico ni un fenómeno exclusivamente genital; es un proceso neurofisiológico que abarca sonidos, movimientos y un estado de éxtasis. Además, es plural: no existe una única forma de experimentarlo.
Es importante aclarar que no hay distintos tipos de orgasmo, pero sà diversas maneras de vivirlo.
1. Todo cuerpo está hecho para gozar.
2. No hay orgasmo sin educación sexual adecuada.
Por Claudia Carvalho
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