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No existe medicación, pastillas ni píldoras para la libido.

  • Foto del escritor: Claudia Carvalho
    Claudia Carvalho
  • 17 may
  • 2 Min. de lectura

¡Y qué bueno que no la hay!


Quizá estés pensando: “Pero para los hombres existen pastillas como la tadalafila.”

No confundas las cosas: esas pastillas son para tratar la erección cuando hay un problema de origen orgánico, no para tratar la libido. La erección no es lo mismo que el deseo sexual.


Y repito: qué bueno que no existe una pastilla para el deseo. Porque si la hubiera, correríamos el riesgo de camuflar sus verdaderas causas. El deseo no se regula con químicos, se escucha, se cuida, se reconstruye.


¿Qué hacer entonces para aumentar el deseo sexual?


1. Revisa tu salud física y hormonal.

A partir de los cuarenta años, muchas mujeres comienzan a experimentar cambios hormonales que pueden afectar el deseo. Lo primero no es ir al ginecólogo a decir “no tengo deseo” para que te dé algo, sino pedir que evalúe tus niveles hormonales y tu salud general. Es importante saber desde dónde partes.


2. Haz una reflexión honesta sobre tu relación.

¿Siento deseo erótico por mi pareja? ¿O me he desconectado de ella?

¿Sigo aquí por los hijos, por miedo, por culpa, por lo que van a decir?

¿Me atrae esta persona o ya no?

Reflexionar sobre esto es clave. A veces no es que “no tenemos deseo”, es que no lo tenemos por esa relación o por cómo se ha transformado. Es necesario preguntarse: ¿Dónde se fue mi deseo? ¿Qué lo apagó?


3. No se trata de “recuperar” el deseo, sino de construir uno nuevo.

El deseo de los veinte no va a volver tal cual. Pero eso no significa que el deseo ya no puede existir. Al contrario: desde donde estás hoy, con tu experiencia, tu cuerpo presente y tu verdad, puedes crear un deseo más consciente, más maduro, más tuyo.


El deseo se trabaja, se cultiva, se merece tiempo. No se toma con agua y se digiere en segundos.


Cita previa 623 365342



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