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Respete mis valores

Foto del escritor: Claudia CarvalhoClaudia Carvalho

Bellísimo texto de Fabricio Carpinejar


RESPETAR LA LEALTAD DE DEMÁS


En Facebook, un lector elogia la seducción de mis palabras y pide una hora conmigo en persona.


Respondo que estoy casado y muy feliz. Ella responde que no hay ningún problema, que no es un impedimento. Reforzo mi lealtad y cómo insistes en su significado. Ella no se ríe: me propone un encuentro, me da su número de celular y sigue provocándome para demostrar mi habilidad. Sigo siendo directo, objetivo, seco: no tengo ojos para otra mujer. Luego se siente ofendida, aunque no era necesario ser grosero y despedirla. Un poco más y me llamarías mareado, cobarde.


Lo que pretendo aclarar es que nunca supondré un riesgo para el verdadero amor de mi vida. Es raro que sea difícil encontrarlo. No me escondo en ambigüedades, no miento para complacer, no hago halagos con chistes, no dejo que un extraño separe algo que mi esposa no sabe.


Sigo orgulloso de mi exclusividad. Camino en línea recta porque mi corazón sostiene a alguien en sus curvas.


Quisiera declarar, con toda palabra, que mi esposa es la persona más importante en mis acciones, la más especial en mis gestos, la que más admiro en mis sueños. Ella es mi mejor amiga, mi confidente, mi cómplice. Sólo con ella me divierto hablando solo. Sólo con ella soy feliz de existir. Sólo con ella, un minuto fuera de casa significa meses de añoranza.


Nunca sacrificaría lo que hemos construido. Hemos pasado juntos momentos emotivos, como el duelo familiar, y apenas hay tiempo para distanciarnos. Somos inseparables en la alegría y la tristeza, en la enfermedad y en la salud.


Duele sólo piensa en arrepentirse de ella.


La lealtad es gratitud. Te agradezco todos los días que ella esté conmigo.



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