He leído una frase en un artículo de una revista conocida que decía: "El succionador da mucho placer sin demasiado esfuerzo".
Quiero comentarte algo: muchas mujeres que acuden a mi consulta afirman que usan vibradores para llegar más rápido al clímax. Pero los vibradores, en muchas ocasiones, generan clímax sin verdadero placer. El placer requiere tiempo, dedicación y disfrutar sin prisas. Sin embargo, vivimos en una sociedad donde lo rápido es lo prioritario: queremos atención inmediata, mensajes instantáneos, sexo en cinco minutos, clímax en dos y placer cero.
Hace poco mencioné que la manera en que nos masturbamos dice mucho sobre el tipo de sexo que tenemos. Cuando usas un vibrador, ¿te tomas el tiempo de explorar tu cuerpo, de acariciar tu piel sin prisas, o lo colocas directamente en las zonas íntimas?
¿Cuál es el propósito de un vibrador que te lleva al clímax en apenas dos minutos?
No estoy en contra del uso de vibradores, en absoluto. Lo que busco es reflexionar sobre la calidad de la masturbación y cómo un orgasmo apresurado puede carecer del placer que debería acompañarlo.
La reflexión trata sobre el deseo de obtener placer sin esfuerzo, de buscar placer sin recorrer el camino, placer inmediato. El placer pide, grita por tiempo, por besos, caricias, coqueteo a lo largo del día. El placer clama, involucra el erotismo, la piel, los pensamientos, los deseos, y baila en armonía con la admiración, el afecto, el trato.
La reflexión se centra en la calidad del tiempo y el esfuerzo que invierto en nuestros momentos íntimos.
Por Claudia Carvalho
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