¿Qué viene primero: la baja libido o la disfunción eréctil? Una mirada al deseo y la respuesta sexual

Puede ir en ambos sentidos, pero te explico cómo se relacionan:

1. Baja libido que provoca disfunción eréctil:

Cuando no tienes deseo sexual (libido baja), es común que el cuerpo no reaccione con excitación, lo que incluye dificultad para lograr o mantener una erección.

Es decir, si el cerebro no está activado eróticamente, es menos probable que haya respuesta física.

2. Disfunción eréctil que reduce la libido:

Si has tenido varias experiencias donde no pudiste mantener la erección, puede aparecer ansiedad, frustración o miedo al fallo.

Esa tensión puede hacer que tu deseo baje como defensa: si no deseo, no tengo que enfrentar el posible “fracaso”.

También puede haber causas comunes para ambas:

Estrés, ansiedad o depresión

Cansancio extremo o falta de sueño

Problemas de pareja o falta de estímulo

Desequilibrios hormonales (como testosterona baja)

Consumo de alcohol, tabaco o ciertos medicamentos

La baja libido y la disfunción eréctil pueden estar íntimamente conectadas y alimentarse mutuamente. En algunos casos, la falta de deseo impide la excitación física; en otros, la dificultad eréctil genera inseguridad que apaga el deseo. Entender qué fue primero no siempre es fácil, pero identificar el origen –emocional, relacional, hormonal o psicológico– es clave para recuperar una vida sexual más plena. El deseo no siempre desaparece, a veces solo necesita ser escuchado, estimulado o resignificado.

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