
Cuando se deja de tener sexo, se levanta una pared.
- Claudia Carvalho
- hace 5 días
- 1 Min. de lectura
Las parejas felices saben que la vida sexual no es opcional. El sexo —y el placer— son pilares esenciales en la dinámica de una relación.
Diré otra cosa: la frecuencia sexual importa. Tener sexo todos los días —y, si es posible, dos o tres veces— no es un exceso.
El cuerpo que no se toca, se olvida. Y cuando dejamos de tener sexo con nuestra pareja, empezamos a construir una pared entre los dos.
Son dos verdades incómodas que muchas personas sienten pero no se atreven a decir.
La frecuencia crea calidad.
La calidad no aparece de la nada: se construye a través de la frecuencia. La intimidad es un músculo que se entrena, se calienta y que se mejora con la práctica.
Las parejas que tienen sexo cada dos o tres meses rara vez tienen sexo “de calidad”. Tienen un sexo tenso, inseguro, frágil, lleno de expectativa.
Porque cuando pasa mucho tiempo sin sexo, el cuerpo deja de pedirlo.
Esto es neurobiológico: el deseo se apaga por desuso, el cuerpo deja de activar las rutas del placer y el cerebro deja de asociar a la pareja con erotismo.
“Cuando se deja de tener sexo, se levanta una pared.”
— Claudia Carvalho
Y, para terminar con un poco de humor absolutamente realista:
“Para mí, mi futuro esposo tiene que disfrutar de hacer movimientos rítmicos diarios y varias veces. Por la mañana es obligatorio.” 🔥😁💅🫶
Porque Sí: cómo tener sexo todos los días con PLACER (2026)



Comentarios